Pepe Paco Pizzas nace de la inquietud y el amor profundo por la cocina de verdad. No por la cocina rápida ni industrial, sino por la cocina que respeta los tiempos, los ingredientes y el sabor. Esta aventura comienza en Sevilla, en un pequeño obrador donde la masa no se produce: se cuida, se trabaja, se mima.

Todo empezó con una idea sencilla pero potente: recuperar el valor de lo artesanal en un mundo cada vez más acelerado. Queríamos volver a una pizza que supiera a pizza. Que no fuera solo una base para toppings, sino el corazón del plato. Así empezamos a experimentar con harinas ecológicas, con fermentaciones lentas, con procesos sin aditivos ni conservantes. Probamos, fallamos, aprendimos, mejoramos.

Lo que comenzó como un pequeño proyecto local, fue creciendo gracias al boca a boca y al entusiasmo de quienes probaban nuestras masas. La respuesta fue clara: había un hueco real para un producto honesto, saludable y lleno de sabor. Y nosotros estábamos decididos a ocuparlo.

A lo largo del tiempo, fuimos desarrollando distintas variedades de masa —fina, semigruesa y napolitana—, adaptadas a las necesidades de hosteleros exigentes y amantes caseros de la pizza. Lo hicimos sin perder nunca nuestra esencia: trabajo 100% manual, ingredientes naturales, cero artificios y un compromiso innegociable con la calidad.

Hoy, Pepe Paco Pizza llega a decenas de cocinas, hogares y negocios de toda España, manteniendo el mismo espíritu del primer día. Seguimos siendo un obrador independiente, cercano, donde cada masa pasa por manos expertas antes de llegar a tu horno. Y lo hacemos con orgullo, sabiendo que detrás de cada pedido hay alguien que valora lo auténtico.

Nuestra historia no es la de una gran marca. Es la de un equipo pequeño con una gran convicción: la buena masa lo cambia todo.

Y si tú también lo crees, ya formas parte de nuestra historia.

En Pepe Paco Pizzas, no solo hacemos masa. Hacemos las cosas con un propósito, con alma y con principios que nos definen desde el primer día. Estos son los valores que nos guían en cada paso del proceso:

1. Artesanía como esencia
Reivindicamos lo hecho a mano. Cada una de nuestras masas es el resultado de un proceso 100% manual, cuidado y respetuoso. No creemos en atajos. Creemos en el oficio, en el saber hacer, en el trabajo bien hecho.

2. Ingredientes naturales, sin artificios
Solo usamos ingredientes que podrías tener en tu cocina. Nada de aditivos, conservantes ni químicos. Nuestra harina ecológica, molida en molino de piedra, es la base de un producto limpio, saludable y lleno de sabor.

3. Calidad sin concesiones
Para nosotros, cada masa es una promesa de calidad. Apostamos por ofrecer siempre un producto de alto nivel, con una textura, fermentación y sabor que marquen la diferencia en cada bocado.

4. Honestidad y cercanía
No nos escondemos detrás de palabras vacías. Hablamos claro, cumplimos lo que prometemos y estamos cerca de quienes confían en nosotros. Tratamos a nuestros clientes como nos gustaría que nos trataran: con respeto, atención y compromiso.

5. Sostenibilidad y responsabilidad
Nuestro modelo de producción busca minimizar residuos y optimizar recursos. Creemos en un crecimiento consciente, que respete el entorno, a las personas y al producto.

6. Pasión por la pizza
La pizza no es solo un alimento: es cultura, es experiencia, es disfrute. Y nosotros ponemos todo nuestro corazón en hacer que cada base sea el comienzo de algo delicioso.